Este mes de marzo se ha descubierto un texto del célebre escritor de ‘Lolita’, rechazado por la revista ‘New Yorker’ en 1942: ‘The Man of Tomorrow’s Lament’ (El lamento del hombre del mañana) basado en la portada del nº 16 de los cómics del Hombre de Acero.
¿Puede ser un superhéroe una fuente de inspiración para la alta literatura? Tras el estreno mundial de la versión extendida de la Liga de la Justica bajo la dirección exclusiva de Zack Snyder, Superman se presenta ante la audiencia no solo como la representación del impacto que puede suponer en la conducta el amor y la unión. Pero lejos de ser una novedad del cine, el famoso personaje del sello DC ya se prestó para reflexiones similares en sus aventuras de los cómics. Antes de convertirse en el célebre escritor de Lolita, Nabokov envió un poema a la revista New Yorker en 1942 en el que usaba los problemas amorosos entre Superman y Lois Lane como analogía para expresar sus propias frustaciones con su futura esposa. The Man of Tomorrow’s Lament (El lamento del hombre del mañana) fue rechazado y este 2021 ha sido rescatado de entre carpetas de la Biblioteca Beinecke de Manuscritos y Libros Raros de la Universidad de Yale.

Andrei Babikov es el académico responsable de este descubrimiento. Cuenta al Times Literary Supplement (TLS) que Nabokov mandó su composición pocos años despuñes de llegar a Estados Unidos desde una Francia en plena ocupación. Además de reflejar los problemas de lidiar con un idioma desconocido en una tierra completamente nueva para él, el escritor hablaba de los problemas que su viaje podía acarrear a su amada al otro lado del charco. El texto estaba inspirado en la portada del número 16 de la serie de cómics de Superman (en la imagen), en la que Lois Lane observa una estatua del superhéroe en un parque de la ciudad y exclama: “¡Oh, Clark, ¿no es maravilloso?!”. Dicho comentario aparece explícito en The Man of Tomorrow’s Lament. “El cielo amarillo del parque, tal y como aparece en la portada, también capta la atención de Nabokov cuando su desafortunado héroe, al contemplar su propia incapacidad, reflexiona así: ‘no importa a dónde vuele, / con una capa roja, azul, a través del cielo amarillo, / no siento emoción”, explica Babikov.
Superman entre la literatura universal
Además de sus propios lamentos por la emigración, la propuesta de Nabokov era un poco “subido de tono” hacia la mitad. Aún así, se dirigió a la revista si podría considerar pagarle “un honorario tan adecuado como sea posible”, pero fue rechazado por Charles Pearce. El editor de poesía del New Yorker argumentó que la mayoría de los lectores no lo comprenderían. Pero lo que Pearce no se imaginaba era que estaba ante, posiblemente, el primer poema de Superman existente en el mundo y que su rechazo lo escondería en el olvido durante décadas.
De lo contrario cuando la acaricio con mis superojos, sus pulmones y su hígado se ven claramente palpitando
Además de las evidentes alusiones a Superman, el poema tiene referencias a Hamlet y adopta el tono de monólogo interior de un hombre que se imagina paseando por la ciudad junto a su amada, con sus inseparables gafas de pasta. En sus declaraciones al TLS, Babikov afirma que Peace que su colaborador “se convertiría a finales de los años cincuenta en un escritor de fama mundial, un enigma provocador para los lectores astutos y los conocedores de su arte, y que este poema rechazado de 1942 se convertiría en una de las páginas perdidas de su biografía creativa”.