El programa de RTVE, moderado por Esther Ferrero, aborda todos los detalles del backstage de la obra

El pódcast Efecto Dooppler de RTVE dedicó este pasado 14 de junio unos minutos de su programa para hablar con Javier Olivares, ilustrador que junto al escritor Fernando Marías crearon la leyenda del dibujante Joaquín Pertierra.La sesión estuvo moderada por Esther Ferrero y abordaron todos los detalles del backstage de la obra.

Olivares, uno de los autores de cómics más apreciados por la Fundación Cine+Cómics, realizó un repaso por todo el proceso creativo y de investigación que llevó a cabo para conformar El enigma Pertierra (Editorial Astiberri), destacando que, desde el fallecimiento del escritor Fernando Marías (1958-2022), no dudó en convertir el libro en un homenaje a su figura, pues fue con quien descubrió muy de cerca la obra del enigmático Pertierra.

La historia de esta colaboración se remonta al año 2009, cuando el escritor contactó con Olivares para ilustrar la vida del misterioso ilustrador español que en los años de la Guerra Civil se vio envuelto en un episodio que le persiguió a lo largo de su vida: un crimen.

Javier Olivares y Fernando Marías

Para el libro, Fernando Marías, Javier Olivares, la comisaria de arte y gestora cultural Inmaculada Corcho y el diseñador gráfico Emilio Gil recopilaron material gráfico de Pertierra: un cómic de 32 páginas que incluye el cómic inédito El silencio se mueve, cubiertas de libros, portadas de discos y revistas, así como carteles y bocetos de los años cincuenta y setenta.

(Material y anecdotario en el blog: El enigma Pertierra)

Entre anécdotas y revelaciones, Olivares confesó en el pódcast que todo el proyecto nació como una ficción y que el encargo era que él desapareciera, condición que le fascinó pues, asumir el papel de Pertierra, un autor maldito, le pareció una gran idea. “Esconderte detrás de alguien, de un seudónimo, hace que el subconsciente tome las riendas y ya no eres tú, eres libre”, subrayó. Además, dijo que el pacto de la ficción se abrió paso ya que “era más interesante jugar a creer la mentira que conformarla”.

“Era más interesante jugar a creer la mentira que conformarla”

En el proceso creativo el dibujante analizó toda la trayectoria gráfica del autor y su época, que comenzó aproximadamente en los años treinta del siglo XX y se fue desarrollando hasta los ochenta. “Investigar el estilo de un autor de esa época ha sido lo más emocionante. Dejé de jugar a esconderme y empecé a habitar la piel de Pertierra. Mi afición era viajar con él”, afirmó Olivares.

Finalmente, el autor reveló cómo llegó a conformar la cubierta del libro partiendo de un boceto a lápiz sobre el Hombre Invisible en una esquina de su blog de dibujo. Esos trazos sentaron las bases de una bonita casualidad que se convertiría en la cubierta de este proyecto tan apasionante. Y es que cuando diseñaba la cubierta del libro, colocó el título de la obra justo debajo del retrato por una cuestión gráfica y, sin quererlo, dio pie a la interrogación, al elemento clave que definiría la imagen de este enigma.

Juego e investigación se dan cita en esta obra en la que Javier Olivares ha puesto mimo y dedicación.