El futuro es una preocupación constante en el ser humano. Aunque esta exposición no resuelve la complicada ecuación del destino, sí aborda desde la sátira cómo la omnipresencia de la tecnología marca el devenir de una sociedad que está a años luz de los avances más punteros.
Probablemente, si nuestros abuelos se hubiesen tomado en serio las predicciones de escritores como George Orwell o Aldous Huxley, hoy en día hubiéramos heredado ilustraciones muy parecidas a las de Michaela Konrad, donde un estilo semejante al de Roy Lichtenstein nos acerca a un futuro quizás no tan lejano.